Venta de medallas olimpicas

Más alto, más fuerte, más rápido”, debió ser la consigna que siguieron los postores de la última subasta rápida de Cayón, la número XIX, a la hora de pujar por las medallas olímpicas que figuraban en la oferta. El remate ha tenido lugar la tarde del pasado martes 28 de octubre y estaba formado por un total de 258 lotes entre los que predominaba la moneda española moderna y contemporánea, además de emisiones extranjeras.
Pero el capítulo que más nos había llamado entonces la atención, por lo poco común, era el formado por las cuarenta y nueve medallas olímpicas, que iban desde los Juegos Olímpicos de París de 1900 a los de Atenas de 2004, incluidos los de invierno. Y, a juzgar por los resultados, también llamaron la atención de muchos coleccionistas, porque los resultados han sido apabullantes.

Para empezar, esta sección se ha adjudicado en su totalidad y tanto los precios de remate como las subidas, impresionan. Vean de muestra esta medalla (lote nº 216) de los primeros Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en la localidad francesa de Chamonix en 1924, que pasaron en la puja de tan solo 60 euros de inicio a 10.200 de adjudicación.
A continuación, otra medalla de los Juegos Olímpicos de Invierno (lote nº 217), en esta ocasión de la segunda edición, que tuvo lugar en la suiza St. Moritz en 1928, subió desde 160 euros de puja mínima a 9.000 de martillo.
También alcanzo las cinco cifras la adjudicación de esta otra medalla (lote nº 222), también de los Juegos de Invierno de su siguiente edición, la de Lake Placid de 1932. En este caso se partía de tan solo 40 euros y se llegó a 10.000, o, lo que es lo mismo, el precio de salida se multiplicó por doscientos cincuenta.
Muy cerquita de esta cifra, en concreto en 9.500 y 9.600, se han quedado las medallas de Sqwa Valley de 1960 (lotes nº 238 y 239), por las que se pedía una puja mínima de 90 euros.
Está claro que los Juegos de Invierno se han llevado la palma -–o quizás debamos decir las medallas-, porque han copado el podio de los remates más altos de esta subasta, y aún se podrían añadir más ejemplos, como el de la medalla de los de Oslo de 1952 (lote nº 234), que multiplicó por ochenta sus cien euros de salida.
Frente a estos precios, lo demás nos parece poco, pero el resto de medallas también subió de manera notable e igualmente tuvieron buenos resultados los capítulos de moneda española y extranjera. Así que, un nuevo éxito a añadir a la cuenta de las subastas rápidas de Cayón.
Via http://www.panoramanumismatico.com/subastas/las_medallas_olimpicas_baten_records_id01907.html
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